Caldo de pollo

Cada cierto tiempo os mostramos una receta básica que no puede faltar en vuestro recetario. Esta loca vida que llevamos nos hace no tener tiempo para nada, a lo que cabría preguntarse .. ¿no será que queremos hacer demasiadas cosas? No se pueden tener tantos frentes abiertos. A mi me pasa, a veces intento abarcar tanto que no tengo tiempo para nada. Todos conocemos esa frase tan cierta de…“que se pare al mundo que yo me bajo” pues a veces hay que bajarse para encontrar nuevas perspectivas.

Por este motivo os recomendamos como terapia de choque hacer un caldo de pollo casero, así mientras se hace a fuego suave disfrutas del lento discurrir del tiempo al son del chup-chup del caldito.



INGREDIENTES (para 2 litros de caldo):

– 3 carcasas de pollo
– 2 zanahorias
– 1 nabo
– 1 puerro
– perejil
– un poco de apio (poco)
– 3 litros de agua


ELABORACIÓN:

Dispondremos todos los ingredientes en una olla amplia y los pondremos a fuego suave para que vayan mezclándose todos los sabores. Las verduras las cortaremos a groso modo ya que no nos importa la estética del corte, con que sean regulares es suficiente.




Pondremos la olla a fuego suave durante 1 hora y media aproximadamente. Debe  mantenerse una ebullición constante y no demasiado fuerte. Al final de la cocción se nos habrá reducido el caldo y tendrá todo el sabor de los ingredientes que hemos añadido. 
Una vez finalizado, lo colaremos para eliminar las impurezas restantes y las verduras y ya estará listo para usarlo.
Con respecto a la conservación, podéis mantenerlo en el frigorífico varios días. Si no lo vais a utilizar a corto plazo es conveniente congelarlo, y como ya he dicho en otras ocasiones, si tu problemas es el espacio en el congelador, reduce aun más el caldo que quieras guardar a fuego fuerte, así te ocupará la mitad de espacio y solo deberás rebajarlo cuando lo vayas a utilizar (recuerda anotar en la etiqueta de recipiente la cantidad de agua que le tienes que añadir).






También comentaros que el nabo y el apio le dan un sabor muy especial al caldo, podéis eliminarlo y obtendréis un caldo de pollo de sabor aun más neutro para todas las elaboraciones que se os ocurran. Si no lo queréis hacer con carcasas de pollo, podéis utilizar cualquier otra parte carnosa. Cuando acabéis el caldo siempre podéis hacer unas croquetillas con la carne sobrante  😉 Así que…¡¡No dejéis de probarlo!!



Quien comparte su comida, no pasa solo la vida







Recetas Recomendadas

2 comentarios

  1. Me encantan las recetas de básicos imprescindibles, casi tanto como poner "poco apio" :P. Tengo ahora al fuego un codazo para un guisote que va a ser la bomba

  2. Susana Menéndez (gastronofilia.blogspot.com)

    Pues yo soy de las que no solo no prescinde del nabo y del apio sino que echo bastante… En invierno siempre tengo caldo congelado, no hay nada mejor cuando hace mucho frío que una tacita calentita de caldo para animar el cuerpo y el alma 🙂

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: ¡Lo siento! Este contenido está protegido, por eso no puedes copiarlo.