Gambas en su jugo con pipirrana, ajo y jengibre

Sin duda lo más importante de esta receta es la frescura de las gambas. Como habrás podido apreciar en la imagen, las vamos a presentar maceradas en su propio jugo de las cabezas (en fin…crudas). 

La carne, pescados o mariscos en general, si la consumimos sin cocinar son ligeramente más pesadas. Nos resultan más saciantes que si estuvieran cocinadas. Por ello, esta pipirrana nos ayuda a ir limpiando el paladar a medida que avanzamos; y por supuesto, el toque de la vinagreta nos despierta sensaciones nuevas a medida que la vamos  detectando en boca.

No obstante, este es un plato para comer una cantidad justa debido a la potencia de sabor que nos ofrece. Veamos que tal nos fué:

INGREDIENTES (para 4 personas):


– 12 gambas blancas de Huelva
– 1/2 pimiento rojo
– 1 pimiento verde
– 1/4 cebolla
– 1/2 tomate
– aceite de oliva virgen extra
– vinagre
– sal


Para la vinagreta:


– 50 ml de agua
– 50 ml de salsa de soja
– jengibre fresco
– 2 dientes de ajo
– gotas de zumo de limón
– 1 cucharadita de miel




ELABORACIÓN:

Para comenzar prepararemos las gambas en su jugo. Para ello las pelaremos y le quitaremos la tripa que las recorre longitudinalmente. 

Normalmente recomiendan cortarlas superficialmente a todo lo largo para eliminar esta vena central, nosotros os aconsejamos que tiréis suavemente de esta tripa, si la gamba está muy fresca y es de una calidad no vais a tener ningún problema, saldrá sin mayor dificultad. Como podéis ver en las imágenes las gambas están intactas y sin rastro de tripa central.

Por un lado reservaremos las gambas y por otro iremos aprovechando todo el jugo de sus cabezas en un recipiente.

Una vez que hayamos terminado de pelar todas, pasaremos todo el jugo por un colador de malla fina. Así conseguiremos un jugo suave y sin tropezones.

Mezclaremos este jugo colado con las gambas y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Lo mezclaremos bien de forma que las gambas queden cubiertas y lo dejaremos macerar durante 1 hora aproximadamente en el frigorífico.



Mientras prepararemos la pipirrana, para ello haremos un picadillo muy fino con los pimientos, la cebolla y el tomate. Lo aliñaremos al gusto con aceite de oliva, vinagre y sal. Lo dejaremos también reposar unos minutos antes de servir.

Finalmente, solo nos queda preparar la vinagreta de ajo y jengibre. Para ello pondremos en una olla el agua y la soja. Le añadiremos jengibre machacado (un trozo del tamaño de un diente de ajo)y los dientes de ajo. Lo pondremos al fuego y lo cocinaremos durante unos 5 minutos aproximadamente a fuego medio. Un minuto antes de finalizar la cocción, le agregaremos unas gotas de zumo de limón y una cucharadita de miel. 

Lo dejaremos enfriar para que maceren los sabores. Después colaremos la vinagreta y la pondremos en el frigorífico para que estén bien fría a la hora de servir.







Una vez que todo esté terminado y bien frío. presentaremos las gambas sobre la pipirrana y le añadiremos una gotas de la vinagreta de ajo y jengibre para añadir un toque exótico al plato. Sin duda una forma muy sencilla de comer una gamba conservando todo su sabor. Así que…¡¡No dejéis de probarlas!!


Quien comparte su comida, no pasa solo la vida

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6 comentarios

  1. Brutal…
    Es buenísima, pero realmente no apta para todos los públicos. El sabor debe ser impresionante y habéis conseguido una fantástica presentación. Parece una receta muy estudiada para conseguir potenciar al máximo el sabor de las gambas.

  2. La cocina de Cris y Laura

    Que receta mas rica!!! Es especial ya que no a todos gusta las cosas crudas , pero en casa seguro que nos encanta.
    Besos crisylaura.

  3. Wow…nunca me hubiera imaginado que la idea de comerme una gamba cruda se me antojase tan atractiva. ¡Enhorabuena por el post!

  4. Marga me dejas babeando!! Qué pinta tiene más rica por dios.
    Haber cuando inventan poder atrvesar la mano por la pantalla jijij

    Un beso

  5. Ohhhhh qué pasada de plato, sabor, presentación!! Espectacular!! Qué elegante, además! Lo tengo que intentar hacer sí o sí. Gracias!
    Un beso

  6. Susana Menéndez (gastronofilia.blogspot.com)

    Últimamente me ha dado por leer y curiosear en todo lo relacionado con los alimentos crudos. Tampoco se trata de volverse talibán, pero parece que algunas cosas (especialmente las verduras, pero también algunos pescados y mariscos) viene mejor tomarlas crudas. Son algo más pesadas, pero llevan muchas más propiedades. Así que… tu propuesta nos viene de lujo 🙂

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