Mejillones rellenos

Hoy sin complicaciones ni experimentos, vamos a lo seguro. ¿Quién no ha comido alguna vez mejillones rellenos? Te mostramos cómo lo hacemos nosotros.

Y si no te gusta este formato, siempre puedes hacer unas croquetas con la masa resultante en vez de rellenarlos. Ummm!! Croquetas!

INGREDIENTES (para 1 Kg de mejillones):


– 1 kg de mejillones
– 1 cebolla
– 6 dientes de ajos
– perejil fresco
– 2 cucharadas de harina de trigo
– 500 ml de leche
– pan rallado
– 2 huevos
– aceite de oliva virgen extra
– sal


ELABORACIÓN:


Comenzaremos abriendo los mejillones al vapor. Previamente los habremos limpiado y retirado las barbas. Seguidamente los pondremos en una olla amplia con medio vaso de agua en el fondo para que cree un vapor inicial, después los mejillones soltaran su propio jugo el cual contribuirá a la apertura de los mismos. Si queremos potenciar el sabor, podremos reservar el agua de cocción colándola previamente. La añadiríamos como sustituto de una parte de la leche en un porcentaje de 75-25% leche-agua, aunque es opcional.

Una vez fríos los mejillones, los retiraremos de su concha y los picaremos en trozos pequeños, es importante picarlos a cuchillo y evitar máquinas picadoras, de esta forma podremos apreciar el mejillón en el relleno. Nosotros lo preferimos así. No se os olvide guardar las conchas para posteriormente rellenarlas.
Seguidamente, picaremos la cebolla y los ajos y lo pondremos a refreír con un poco de aceite de oliva virgen extra y sal. Cuando esté bien dorado le añadiremos los mejillones y saltearemos ligeramente hasta que se integren bien los sabores.

A continuación añadiremos la harina y removeremos bien hasta que se integre. Cuando veamos que está bien tostada iremos añadiendo lentamente la leche y el agua de los mejillones. Ha de quedar una masa uniforme y firme.

La retiraremos del fuego y la dejaremos templar un poco. A continuación, rellenaremos las conchas de los mejillones. Ahora dejaremos que se enfríe bien para que la masa se compacte y nos sea mucho más sencillo empanarlos.



Transcurrido este tiempo los pasaremos por huevo (solo la parte de la masa, no hace falta empanar el mejillón por las dos caras) y luego por pan rallado.

Si no los vas a consumir todos de una vez, este es el momento en el que puedes congelarlos. Una vez empanados puedes meterlos en un recipiente y llevarlos al congelador, los tendrás listos para freir en cualquier momento.


Para finalizar, los freirás en abundante aceite de oliva bien caliente hasta que se forma una capa dorada y crujiente. Los pondremos sobre un papel absorbente de cocina para eliminar el exceso de aceite y los presentaremos bien calentitos. Están buenísimos, son fáciles de hacer y además te puedes proveer de reservas en el congelador para poder utilizarlos en cualquier momento, así que…¡¡No dejéis de probarlos!!


Quien comparte su comida, no pasa solo la vida


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4 comentarios

  1. Hola Marga. Que pinta tienen esos mejillones, ricos y faciles de hacer. Besos fuertes

  2. Muchas gracias! estan buenisimos!

  3. Mi madre los prepara con frecuencia y a veces tengo la suerte de que me manda un cargamento (es super práctico eso de poder congelarlos, jeje). Pero a mi es una receta que me da respeto. Me imagino que al final me va a queda la masa flotando por un lado, y la concha vacia por otro en la sartén, y al final nunca me animo a hacerlos…jejeje

  4. A ver… en Madrid siempre se les ha llamado Tigres, pero no sé si es solo aquí o en todos sitios.
    Había un bar al lado de casa de mis padres, en el Barrio de la Nueva Esperanza de Madrid que hacía unos portentosos y picantes. Recuerdo los vermús los fines de semana en aquel bar que se ponía hasta arriba.
    PD: a mi me molan con costra por la zona de la concha 😛

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