Pastel de espinacas

A medio camino entre una quiche y una tortilla hoy venimos con este pastel de espinacas que está hablando por si solo. Ciertamente aunque las espinacas suelen ser unas de las verduras que menos se comen los niños, por ser tan verdes y por quedar tan “pendulenantes” en las cucharas…es bastante utilizada es este tipo de elaboraciones. Ya sea con huevo, con bechamel o queso siempre quedan bien. Fuente de hierro y vitaminas, las espinacas siempre son una buena opción. Frescas a ser posible o congeladas en casos de urgencia.

INGREDIENTES (para 4 personas):

– 300 gr de espinacas
– 1/2 cebolla
– 2 dientes de ajo
– 4 huevos de corral
– queso tierno para gratinar
– aceite de oliva virgen extra
– sal

ELABORACIÓN:

Comenzaremos picando la cebolla y los dientes de ajo en juliana fina. Bien pequeñitos para que tarden menos en hacerse y para que en el pastel pasen desapercibidas. Lo pondremos en una sartén amplia con un poco de aceite de oliva y lo refreiremos todo a fuego suave.

Por otro lado utilizaremos espinacas frescas bien lavadas las cuales le daremos una rápida cocción para eliminar ese sabor amargo característico de este tipo de verduras. En una olla con agua muy caliente, sumergiremos las espinacas y las retiraremos casi a continuación, una ligera cocción es suficiente. Las retiraremos y las dejaremos escurrir para eliminar el exceso de agua.

Cuando la cebolla y el ajo estén sofritos añadiremos las espinacas y lo saltearemos todo junto hasta que se integren bien. A continuación batiremos los huevos en un recipiente amplio con un poco de sal. A continuación añadiremos las espinacas una vez enfriadas y lo mezclaremos todo bien.

Pondremos la mezcla en un recipiente apto para horno, en este caso nosotros lo hemos puesto en uno cuadrado y de fondo alto. Lo meteremos en el horno precalentado a 180º durante 45 minutos.

Transcurrido ese tiempo, lo sacaremos del horno y le rallaremos por encima un poco de queso tierno.

Lo volveremos a introducir en el horno en función gratinar a máxima potencia. En cuestión de pocos minutos el queso se derretirá y la parte superior del pastel quedará tostado y sabroso.

Trucos y consejos:

– Respecto a las espinacas, nosotros hemos optado por utilizarlas frescas, pero puedes usarlas igualmente congeladas (las que venden en bloques). El resultado será prácticamente el mismo. No obstante siempre recomendamos utilizarlas bien fresquitas. La cocción previa antes de refreirla debe ser muy ligera. Nosotros ni siquiera llenamos la olla entera de agua, con que llenes la mitad de la olla es suficiente. Cuando esté caliente mete las espinacas, al principio te parecerá que son muchas, pero enseguida y por efecto del calor verás que se empiezan a reducir de manera increíble.

– Cuando tengas todo refrito espera a que se enfríe bien antes de añadirlo al huevo batido, de esta forma evitaremos que se formen capas de huevo cuajado alrededor..

– Ten cuidado con el tiempo de horneado, estos tiempos son siempre muy relativos. Depende mucho del tipo de horno o de la cantidad de huevo, que aunque ambos utilicemos 4 huevos el volumen total de huevo batido puede variar en función del tamaño de los mismos o de la frescura (variación de su contenido en agua). Nosotros siempre usamos huevos muy frescos, recién puestos. Para saber si está bien hecho, introduce un pincho (tipo brocheta de madera) hasta el centro del pastel, si sale totalmente seco de huevo está en su punto.

– El queso recomendamos rallarlo al momento, no obstante puedes utilizar un queso ya rallado.

Como habrás visto hemos utilizado un relleno muy sencillo, una base de cebolla y ajo y las espinacas como ingredientes principal. Unos champiñones le vendría de maravilla y ya ni que decir tiene si le añadimos un poco de bacon. Los límites lo pones tu, esta es una idea básica sobre la firma de hacer un híbrido entre tortilla al horno y pastel salado…Así que, ¡¡No dejéis de probarlo!!

Quien comparte su comida, no pasa solo la vida.