Costillas de cerdo con patatas guisadas



Comida casera donde las hayas. ¿Hay algo más casero que unas patatas guisadas con lo que sea? Comida de supervivencia, comida de familias que  que intentan aprovechar al máximo el producto principal del que dispongan ese día. 
Un clásico son las costillas de cerdo con patatas guisadas, son económicas, contundentes y aportan mucho sabor el cual es absorbido por las patatas.
El sofrito inicial es clave para que el resultado sea muy bueno,  es el principio de un gran final; lo demás ya viene solo. Veamos como nos quedó.

INGREDIENTES (para 4 personas):


– 750 gr de costillas de cerdo ibérico
– 6 patatas grandes
– 1 tomate
– 1 pimiento verde
– 1/2 cebolla
– 1 hoja de laurel
– 4 dientes de ajo
– 250 ml de vino blanco
– pimienta negra molida
– unas hebras de azafrán
– aceite de oliva virgen extra
– sal


ELABORACIÓN:


Como  hemos comentado al principio, vamos a comenzar como lo hacen este tipo de delicias: elaborando un refrito básico. Sofreiremos la cebolla picada con el pimiento, el ajo y el laurel en un poco de aceite de oliva y sal.

Cuando esté bien pochadito añadimos el tomate cortado en trozos y seguimos refriendo.

Seguidamente añadimos las costillas de cerdo, salpimentamos y damos unas vueltas para mezclarlo todo. Añadimos el vino blanco y subimos el fuego para que se evapore el alcohol.

Lo vamos a hacer en una olla a presión, así que en este punto cubrimos con agua las costillas y cocinamos durante unos 30 minutos aproximadamente.

Trascurrido este tiempo, abrimos la olla y añadimos las patatas peladas y cortadas en trozos de tamaño regular. Ya solo nos quedará añadir unas hebras de azafrán y lo volveremos a poner al fuego durante unos 20 minutos con la olla destapada. Tiempo en el que las patatas se pondrán blanditas y absorberán todo el sabor del guiso.



Trucos y consejos:

– El sofrito es cuestión de tiempo y paciencia.  Deja que las verduras se transformen, se vuelvan melosas y aporten todo su sabor. Añade el tomate una vez que el pimiento, la cebolla y el ajo se hayan sofrito bien. El tomate añade agua al sofrito, si lo añadimos al principio todo nos quedará cocido. Si lo añadimos una vez que los demás ingredientes se hayan caramelizado el sabor será totalmente diferente.


– Para no encontrarnos trozos de verduras en el plato podemos optar por triturar el sofrito con una batidora antes de añadir las costillas. Nosotros en este caso hemos optado por dejarlo tal cual.


– Las patatas las cortamos en trozos chascados, en cachelos. De esta forma la patata soltará más almidón y ligará el caldo.


Estas recetas nunca fallan, son caseras, de batalla, fáciles y que puedes dejar preparadas solo a falta de añadir las patatas. Incluso si por falta de tiempo no puedes esperar esos 20 minutos para hacer las patatas, vuelve a cerrar la olla a presión y en cuestión de 5 minutos están lista. Así que…¡¡No dejéis de probarlas!!

Quien comparte su comida, no pasa solo la vida


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3 comentarios

  1. Ummmm…Pero qué cosa más rica! Casi puedo olerlo desde aquí, y huele que alimenta! 😉 Un platazo, sí señor ^^
    Un besote!

  2. Bueno,que puedo decir,
    Se me car la baba,que pinta mas buena,
    Gracias por campartir!!

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