langostinos gratinados con feta


Hoy vamos a utilizar un queso muy particular: El queso feta; un queso blando y sin corteza. Su consistencia es sólida aunque flexible, suele tener grietas y algún que otro orificio. Es un queso suave aunque ligeramente ácido.


Es un acompañante perfecto en ensaladas o en otro tipo de platos ligeros como éste. 


INGREDIENTES.


– 500 gr de langostinos frescos
– 2 tomates rojos y maduros
– 1 cebolla
– 1 pimiento verde
– 250 gr queso feta
– 3 dientes de ajo
– 1 guindilla
– 50 ml de vino blanco
– orégano
– sal 
– pimienta negra
– Aceite de oliva virgen extra


ELABORACIÓN:


Vamos con un plato muy festivo donde los productos de mar son los protagonistas, en este caso langostinos (o gambas). Es muy sencillo de preparar y el resultado es muy sabroso. Puedes cocinarlo tanto en ocasiones especiales como para hacerlo a diario en una cena sana y completa.

Comenzaremos picando el ajo y poniéndole en una sartén con aceite de oliva y la guindilla roja picante.
Una vez que el ajo comience a tomar color añadiremos la cebolla y el pimiento cortado en trozos menudos y un poco de sal y pimienta negra recién molida. Dejaremos que se poche todo bien a fuego lento durante unos 10 minutos.

En este momento añadiremos el vino blanco y subiremos el fuego para evaporar el alcohol. 

A continuación añadiremos los tomates cortados en trozos a groso modo y dejaremos que se forme una salsa de tomate y verduras dejando la sartén a fuego suave durante unos 15 minutos aproximadamente. 
Transcurrido ese tiempo añadiremos los langostinos pelados pero conservando la cabeza, de esta forma no perdemos todo el sabor de las mismas.

Subiremos el fuego y saltearemos todo ligeramente, lo justo para que el marisco cambie de color.


Retiraremos del fuego la sartén, añadiremos unos trozos de queso feta, un toque de orégano y la meteremos en el horno a gratinar durante nos minutos. El tiempo suficiente para que el queso funda y tome un color dorado.

En ese momento retiraremos del horno y serviremos.

Trucos y consejos:


– Puedes dejar el sofrito hecho solo a falta de añadir los langostinos y el queso.


– Haz un salteado rápido del marisco que elijas, así conservará todo su sabor y textura.


– Sirve bien caliente y con pan crujiente.

Es un plato muy sencillo de hacer, de esos que si lo tienes todo preparado lo haces en un santiamén. O incluso si has llegado a casa muy tarde y no te apetece cenar rápido y mal…esta es una buena opción para cenar rápido y bien! Así que…no dejéis de probarlo!

Quien comparte su comida, no pasa solo la vida

Recetas Recomendadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: ¡Lo siento! Este contenido está protegido, por eso no puedes copiarlo.