Es básica para casi cualquier elaboración, ni paellas, risottos o ceviches se libran de su presencia. En este caso hemos utilizado una variedad llamativa y caracterizada por su sabor dulzón y ligeramente ácida, la cebolla morada.
INGREDIENTES:
– 2 cebollas moradas
– 1 cucharada de semillas de mostaza
– 1/2 guindilla
– jengibre
– vinagre
– nuez moscada
– laurel
– 1 cucharada de azúcar moreno
– 100 ml de vino tinto
– aceite de oliva virgen extra
– sal
ELABORACIÓN:
Vamos a comenzar tostando en una olla amplia las semillas de mostaza y una pizca de nuez moscada rallada. No añadimos aceite en este momento, no es necesario ya que el calor que tome la olla en el fondo será suficiente para que afloren los aceites esenciales de las especias y nos regalen todo su sabor. Seguidamente añadimos un poco de aceite de oliva y continuamos incorporando el jengibre rallado y la guindilla.
Hay que tener en cuenta que las semillas de mostaza aportan notas picantes al plato, por lo que compensaremos con el jengibre y la guindilla hasta conseguir el punto picante deseado. Nosotros hemos añadido 1/2 guindilla amarilla para no alterar el color final del chutney y 1/2 cucharadita de jengibre rallado. Incorporamos también la hoja de laurel y lo dejamos a fuego suave durante un par de minutos aproximadamente.
Seguidamente, añadimos las cebollas cortadas en juliana fina y lo mezclamos todo para que se impregne de todos los sabores de forma uniforme. A continuación añadimos el azúcar, una pizca de sal, unas gotas de vinagre y el vino. Subiremos el fuego y dejaremos que se evapore todo el alcohol, momento en el que añadiremos 1/2 vaso de agua. Ya solo nos quedará bajar el fuego y dejar que se cocinen todos los ingredientes durante unos 40 minutos aproximadamente a fuego suave.
El resultado es una maravillosa cebolla caramelizada con toques de sabor realmente buenos. Es un complemento perfecto para cualquier carne a la brasa, o estofado contundente. Su toque dulce y picante explota en la boca dejándote realmente impresionado. Sin duda es toda una sorpresa encontrarse esta guarnición en un plato…Así que..¡¡No dejéis de probarlo!!
Que rico chutney de cebolla morada! Se ve rico rico. Un besoooo
uffffffffff que rica!! para guisos como tu dices y sobre una tostada ehhh que a mí la cebolla me encanta. besotes!!
Otra receta para guardar!
No hace mucho hice un chutney de pimientos para acompañar una corvina y fue todo un éxito.
Sin duda, el de cebolla tiene que ser buenísimo.
Un beso
Maria
Yo es que leo "chutney" y empiezo a salivar y si encima le pones mostaza y guindilla (aunque sea 1/2) ya es que me vuelvo loco.
Me mola mucho la cebolla morada (y si es cebolleta mejor aún). Es curioso que aquí son más suaves, sin embargo en Alemania y Polonia son fortísimas, es como el sabor (y picor) de la cebolla más bestia, multiplicado por 10.
Esta receta me la apunto, he hecho chutney de pimienos y de guindillas, pero no de cebolla y tiene muy buena pinta para un cenorrio tipo "británico que se cree en la India"
Que buena pinta tiene, no te quepa duda que esta receta la pruebo!!
Besos
Joder, qué aspecto. Para sacarte a hombros, estoy seguro. Voy a probarla de inmediato! 😉