Pesto rojo

Pesto rojo. Esto lleva tomates seguro.

Pues si que los lleva, y una guindilla, y almendras…y para amalgamar la mezcla lleva aceite de oliva. No hemos empezado y esto ya promete.

De forma tradicional esta salsa se prepara en mortero y dando juego a los músculos del brazo. Pero aquí en esta casa hemos optado por utilizar una forma más vaga y menos energética…la picadora. En nuestra defensa diremos que lo hicimos a golpes cortos de aspas hasta conseguir que estuviera triturado pero sin llegar a la textura de papilla de bebé.
Veamos como fue el asunto.


INGREDIENTES:


– 160 gr de tomates secos en aceite
– 40 gr de almendras tostadas
– 1 diente de ajo
– guindilla fresca
– 60 gr de queso parmesano
– aceite de oliva virgen extra
– sal


ELABORACIÓN:


Esta es de esa clase de recetas que tardas más en explicarlas que en hacerlas. Lo resumiríamos todo diciendo que lo metas todo en el vaso de la batidora y… PUSH ON!!.  Pero no lo vamos a hacer…toma nota:

Para comenzar escurriremos bien los tomates del aceite en el que están conservados. Podríamos utilizarlo para elaborar el pesto, pero nosotros hemos preferido utilizar aceite de oliva para aportar ese sabor tan maravilloso del virgen extra. 

A continuación, pelaremos las almendras tostadas para no aportar ese característico sabor amargo de dicho fruto seco. Si tus almendras tostadas no vienen con esa piel marrón oscuro podrás añadirlas directamente. 

Nota mental: Evitar comerme 20 almendras durante el proceso de pesado de las mismas.



Con respecto al parmesano, nosotros hemos sacado finas láminas con ayuda de un pelador para que al mezclar todos los ingredientes nos sea más fácil deshacer el queso.

Una vez pesados todos estos ingredientes, los pondremos en el vaso de la batidora junto con el diente de ajo, la guindilla, el aceite y la sal.

Lo trituraremos todo en conjunto añadiendo el aceite que veamos necesario según la consistencia que nos convenga.

Y llegados a este punto te estarás preguntado para qué se puede utilizar este pesto. Para un plato de pasta sería un opción perfecta. 

Un pan tostado con pesto y anchoas… o en una ensalada de invierno con bacon y queso. Quizás para un pescado al vapor… o por supuesto para una carne fría, tipo lomo mechado o rosbif. Sea como sea…¡¡No dejéis de probarlo!! 



Quien comparte su comida, no pasa solo la vida

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5 comentarios

  1. Me pirra… Yo lo hago bastante (y también voy comiéndome el queso y lo que cae), lo hago con piñones, almendras o incluso nueces, cambia el sabor y te vas divirtiendo y es ideal para acompañar pasta o en una tostada.
    Si me permites aportar consejillo, el Pecorino Romano o el grana padano son quesos bastante más baratos que el parmesano y dan mucho juego (y siguen siendo italianos). Eso sí, si usas pecorino cuidadín con la sal, casi te la puedes ahorrar.

  2. Lo del cambio de frutos secos me lo apunto, con nueces no se nos hubiera ocurrido. Y la verdad es que lo de usar otros quesos italianos más económicos tambien es una gran idea…a veces con el parmesano se pasan varios pueblos!! Gracias!

  3. hola!, me ha gustado mucho, lo hago muy poco, y la verdad es que lo añoro, me lo voy comiendo a cucharadas, jaja 🙂

  4. ¡Mira que llevo tiempo queriendo hacer esta receta…! A ver si me animo de una vez que de ver la pintaza que tiene el vuestro me da una envidiaa. 🙂 UN BESO!

  5. Esta receta no me la pierdo, pues la pasta nos encanta a todos en casa.
    Gracias ! ! !
    Rosa

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