¿Sabes ese momento en el que pruebas algo y te quedas en silencio, solo para saborearlo? Pues eso pasa con las vieiras en salsa de azafrán. No es un plato de diario, pero tampoco es tan complicado como parece. Tiene ese aire de celebración o de cena especial pero de querer sorprender sin perder la sencillez.
Las vieiras, tan delicadas y sabrosas, han sido protagonistas en muchas cocinas costeras desde hace siglos. En Galicia, por ejemplo, son casi un símbolo. Y el azafrán… ¡Ay, el azafrán! Ese toque dorado, aromático, que transforma cualquier salsa en algo mágico. Aunque viene de tierras lejanas, lo hemos adoptado con cariño en la cocina mediterránea, y no hay quien se resista a su encanto.
Este plato gusta porque es elegante sin ser pretencioso. Porque combina mar y tierra en una cucharada. Y porque, aunque suene sofisticado, se puede preparar en casa sin volverse loco. Hoy te cuento cómo hacerlo paso a paso, como si estuviéramos cocinando juntos en tu cocina, con música suave de fondo y una copa de vino cerca.
Curry rojo con marisco: Una receta de inspiración tailandesa que combina fideos de arroz con gambones, leche de coco, pasta de curry rojo y cacahuetes tostados. El resultado es un plato cremoso y ligeramente picante, perfecto para sorprender con sabores exóticos y texturas contrastantes.
Sopa con gambas Ideal para los días fríos, esta sopa reconfortante se prepara con gambas y fideos de arroz, y se adereza con ingredientes que aportan un toque exótico. Es sencilla de hacer y muy sabrosa.
Fideos con mejillones Un plato con fideos finos cocinados con mejillones frescos y un sofrito como base. Es rápido de preparar y muy sabroso, ideal para una comida marinera sin complicaciones.
Arroz con bogavante Un clásico de lujo que destaca por su sabor intenso y textura melosa. El bogavante se cocina junto al arroz en un caldo sabroso, creando un plato digno de celebración.
Fideuá de chocos con su tinta Una versión original de la fideuá, donde los chocos y su tinta tiñen los fideos de negro y aportan un sabor profundo y marino. Es una receta sorprendente y muy sabrosa, ideal para lucirse en la mesa.
Os explico cómo hacer vieiras en salsa de azafrán y su receta paso a paso para que no tengáis problemas en la elaboración.
Guarda esta receta en la pantalla de inicio de tu móvil para un acceso rápido. En la sección de ingredientes, selecciona los que necesitas para simplificar la compra. Además, ajusta el número de porciones deseadas y las cantidades de los ingredientes se calcularán automáticamente.
Si las vieiras son congeladas, descongélalas con tiempo en la nevera. Sécalas bien con papel de cocina para que se doren mejor. Pela el ajo y pícalo muy fino. Lava el pimiento y el tomate, y córtalos en daditos pequeños. Ten a mano el vino, la nata, el fumet y la harissa.
En una sartén amplia, añade un buen chorro de AOVE y sofríe el ajo a fuego medio. En cuanto empiece a dorarse (ojo, que no se queme), añade el pimiento y el tomate. Cocina unos 5-6 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que el tomate esté bien deshecho y el pimiento blandito.
ncorpora la cucharadita de harissa y remueve bien para que se mezcle con el sofrito. Luego añade el vaso de vino blanco y deja que hierva un par de minutos para que se evapore el alcohol. El aroma que sale en este punto ya empieza a prometer.
Añade la nata líquida y un chorrito de fumet de pescado. Cocina a fuego suave unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando. Si ves que la salsa queda muy espesa, puedes añadir un poco más de fumet. Prueba y ajusta de sal y pimienta. Si quieres una textura más fina, puedes triturarla, pero a mí me gusta con trocitos.
En otra sartén, calienta un poco de AOVE a fuego fuerte. Cuando esté bien caliente, coloca las vieiras y cocínalas solo 1 minuto por cada lado. Deben quedar doradas por fuera y jugosas por dentro. No las amontones, hazlo en tandas si hace falta.
Sirve una base de salsa caliente en el plato y coloca encima las vieiras. Espolvorea con perejil fresco picado y, si te apetece, unas escamas de sal o un chorrito de limón. Acompaña con pan crujiente… porque esa salsa lo pide a gritos.