Cuando tengamos la carne cocinada y la patata preparada solo nos quedará montar el pastel. Es tan sencillo con poner la carne en el fondo de una bandeja apta para el horno y cubrir con una buna capara de patata.
Cubriremos con una buna capa de queso y meteremos en el horno precalentado a 180º C durante unos 15 minutos aproximadamente.
Si queremos que se dore más el queso, podemos activar el gratinador el horno y darle un golpe fuerte de calor a la superficie para que el queso quede con una capa bien tostada.
Ya solo quedará dejar templar un poco el plato y sevir a la mesa con una buena barra da pan para acompañar.