Comenzaremos picando muy pequeño los dientes de ajo y la cebolla. Las cantidades son orientativas, si por ejemplo te gusta más el sabor del ajo que el dulzor que aporta la cebolla, puedes añadir más dientes de ajo.
Pondremos una olla al fuego con aceite de oliva y añadiremos el ajo picado primero, de esta forma el aceite se impregnará de todo su sabor. Seguidamente añadiremos la cebolla y un toque de sal.
Cuando veamos que las verduras comienzan a dorarse añadiremos el vino blanco y subiremos el fuego para que se evapore bien todo el alcohol.
Mientras, habremos marcado los filetes de pechuga de pollo en una sartén con un poco de aceite de oliva. No es necesario que las cocines por completo, solo tienes que dorarlas, que queden bien marcadas y selladas para que no suelten los jugos. Se terminarán e hacer en la salsa de mostaza.
Una vez que el alcohol se haya evaporado, añadiremos las cucharadas de mostaza y medio vaso de agua. Mezclaremos todo bien y por último pondremos encima los filetes de pechuga de pollo que previamente habremos marcado en una sartén, como os comentaba antes.
Rectificaremos de sal y taparemos la olla. Cocinaremos durante unos 20 minutos aproximadamente a fuego suave. Y ya están listas! Presentaremos con un poco de hierbas frescas picadas por encima, perejil por ejemplo.