Los canelones de pollo son uno de esos platos que hacen recordar domingos en casa y aromas reconfortantes que llenan la cocina. Originarios de la cocina italiana, los canelones son otros plato más emblemático junto con la lasaña. Aunque tradicionalmente se preparaban con restos del asado navideño, hoy en día se disfrutan en cualquier época del año, con rellenos que van desde la carne hasta el marisco o las verduras.
El relleno de pollo es uno de los más utilizados por su suavidad, versatilidad y sabor delicado. Es ideal para quienes buscan una opción menos pesada que la carne roja, pero igualmente sabrosa. Además, permite jugar con ingredientes como cebolla, queso, especias y bechamel, logrando una combinación cremosa que gusta tanto a niños como adultos. Este es uno de mis platos preferidos de pasta.
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Canelones de pollo
Los canelones de pasta rellenos, cubiertos con salsa bechamel y gratinados al horno, son visualmente apetecibles y perfectos para ocasiones especiales o comidas familiares. En esta receta te enseñaré cómo hacerlos con ingredientes sencillos y pasos claros, para que puedas disfrutar de este clásico en tu propia cocina.
Os explico cómo hacer canelones de pollo y su receta paso a paso para que no tengáis problemas en la elaboración.
Guarda esta receta en la pantalla de inicio de tu móvil para un acceso rápido. En la sección de ingredientes, selecciona los que necesitas para simplificar la compra. Además, ajusta el número de porciones deseadas y las cantidades de los ingredientes se calcularán automáticamente.
Como hacer Canelones de pollo sin morir en el intento
Descripción
Los canelones de pollo caseros son una receta clásica que combina la suavidad del pollo con el sabor intenso de las especias. Cubiertos con bechamel y gratinados al horno, estos canelones son perfectos para compartir en familia o sorprender a tus invitados. Una receta que reconforta.
Ingredientes para hacer canelones de pollo
Para hacer la bechamel
Cómo hacer canelones de pollo
Cómo hacer el relleno de los canelones
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Comienza por cortar las pechugas de pollo en trozos pequeños y picarlas finamente.
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Pica la cebolla en cubos pequeños y los dientes de ajo en láminas finas. En una sartén añade un poco de aceite de oliva virgen extra y sofríe la cebolla y el ajo a fuego medio hasta que estén dorados. Esto aportará una base de sabor muy rica al relleno.
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Añade una pizca generosa de pimienta negra molida y ajusta la sal al gusto. Incorpora el pollo y remueve bien para que todos los ingredientes se integren. Cocina durante unos 25 minutos hasta que los ingredientes estén bien cocinados.
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Deja enfriar un poco esta elaboración y tritura ligeramente la mezcla en una picadora para que tenga una textura más homogénea, ideal para rellenar los canelones. Deja que enfríe completamente.
Cómo dar forma a los canelones
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- Si son precocidas, sumérgelas en agua caliente según las instrucciones del paquete.
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Si necesitan cocción, hiérvelas en agua con sal durante unos minutos hasta que estén blandas pero firmes.
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Escúrrelas y colócalas sobre un paño limpio para que no se peguen.
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- Toma una placa de pasta y coloca una cucharada generosa del relleno en uno de los extremos, formando una línea horizontal.
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Comienza a enrollar desde el extremo con el relleno, como si hicieras un cilindro.
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Asegúrate de que el relleno quede bien envuelto y que el borde final quede hacia abajo para que no se abran.
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Engrasa ligeramente una fuente para horno.
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Coloca los canelones uno al lado del otro, con la unión hacia abajo.
Cómo hacer la bechamel
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Comenzaremos poniendo una sartén al fuego con la mantequilla. Puedes usar una sartén o una olla, yo prefiero que sea una olla amplia para poder remover con las varillas de una forma más cómoda. Nada más que entre en contacto con el calor verás que se va a derretir rápidamente, por ello debes estar muy pendiente. Nada más veas que la mantequilla se ha derretido por completo podrás pasar al siguiente paso.
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Cuando la mantequilla se haya derretido por completo, añadiremos la harina y comenzaremos a mezclar los dos ingredientes de forma que integren bien los dos ingredientes. Este paso es fundamental para obtener una bechamel perfecta. Cocinar bien la harina con la mantequilla asegura que la bechamel no tenga sabor a harina cruda, tenemos que cocerla bien y eso se consigue manteniendo al fuego la olla durante unos minutos. El fuego lo mantendremos medio-bajo, queremos cocer la harina pero de una forma lenta y segura. No queremos que se queme.
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Mientras vamos tostando la harina, pondremos a calentar la leche para tenerla bien calentita. No es necesario que hierva, solo debe estar caliente y humeante. Este es un buen truco para que no nos salgan grumos.
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Una vez que hayamos cocinado bien la harina, añadiremos de una vez la leche caliente y comenzaremos a batir con las varillas de forma enérgica para que se integre todo bien. La leche caliente va a favorecer el proceso en el que la mantequilla y la harina se disuelvan bien. De esta forma es mucho más complicado que se formen los indeseables grumos.
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Mantendremos la olla a fuego medio y seguiremos removiendo con las varillas de forma que la bechamel vaya cogiendo consistencia y textura cremosa.
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Ahora lo importante es alcanzar el punto deseado. Verás como al principio será una salsa muy ligera, pero a medida que vamos removiendo la bechamel va ganando en consistencia. Eso si, tienes que seguir con la olla a fuego suave. El calor y el movimiento harán su trabajo. Añadiremos el punto de sal a nuestro gusto. No olvides darle un toque de nuez moscada rallada y de pimienta negra molida. Estas especias le aporta el sabor característico de la salsa bechamel.
Gratina los canelones
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Volviendo a la bandeja de horno donde había dispuesto los canelones. Cubre la bandeja con una generosa cantidad de bechamel y termina queso rallado por encima.
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Lleva al horno precalentado a 180 °C durante unos 20 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
