Los muffins son ese pequeño placer que nunca pasa de moda. Aunque muchos los confunden con las magdalenas, los muffins tienen su propia personalidad: más densos, con infinitas posibilidades de sabores y perfectos para acompañar un café, un té o incluso un vaso de leche fría.
Su origen se remonta a Inglaterra, donde se servían en desayunos y meriendas, y con el tiempo cruzaron el océano para convertirse en un clásico de la repostería estadounidense.
Origen de lo Muffins
Los muffins nacieron en la Inglaterra del siglo XVIII y su historia está llena de curiosidades que los hacen aún más entrañables.
Tienen un origen muy ligado a la tradición británica. Se cree que su nombre proviene del francés “moufflet”, que significa “pan suave”. En Inglaterra, especialmente durante la época victoriana, los muffins se convirtieron en un alimento tan popular que existían vendedores ambulantes conocidos como “The Muffin Man”. Estos vendedores recorrían las calles ofreciendo muffins recién horneados, y eran tan comunes que el gobierno llegó a prohibirles anunciarse tocando campanas, porque el ruido era excesivo.
En sus inicios, eran bollos sencillos, elaborados con harina, huevos, azúcar y levadura, pensados para acompañar el té de la tarde. Su forma redonda y su interior esponjoso los hacía perfectos para untar con mantequilla o mermelada. Con el tiempo, la receta viajó a Estados Unidos, donde se transformó en lo que hoy conocemos como muffins americanos: más grandes, con sabores variados como arándanos o chocolate.
En definitiva, estos bollitos son ese tipo de receta que gusta porque combina sencillez, sabor y un toque de creatividad.
Os explico cómo hacer muffins y su receta paso a paso para que no tengáis problemas en la elaboración.
Guarda esta receta en la pantalla de inicio de tu móvil para un acceso rápido. En la sección de ingredientes, selecciona los que necesitas para simplificar la compra. Además, ajusta el número de porciones deseadas y las cantidades de los ingredientes se calcularán automáticamente.
Cómo preparar muffins fáciles y esponjosos en casa
Ingredientes para hacer muffins clásicos
Cómo hacer muffins clásicos
-
Antes de empezar, asegúrate de tener todo a mano. Esto incluye harina, azúcar, huevos, leche, mantequilla y levadura. Tenerlo listo te dará confianza y evitará olvidos.
-
En un bol grande, tamiza la harina junto con la levadura y añade el azúcar. Este paso ayuda a que los muffins queden más esponjosos y evita grumos.
-
En otro recipiente, bate los huevos con la leche y la mantequilla derretida. Hazlo hasta que quede una mezcla homogénea. Añade también unos gotas de esencia de vainilla.
-
Vierte los líquidos sobre los ingredientes secos poco a poco, mezclando con una espátula o cuchara de madera. No es necesario batir demasiado; basta con integrar todo.
-
Coloca cápsulas de papel en un molde para muffins y reparte la masa hasta llenar 2/3 de cada hueco. Así tendrán espacio para crecer sin desbordarse.
-
Lleva al horno precalentado a 180 °C durante unos 20 minutos. Sabrás que están listos cuando al pinchar con un palillo salga limpio.
-
Sácalos del horno y déjalos reposar unos 10 minutos antes de desmoldar. Esto evita que se rompan y permite que se asienten los sabores.
