Si hay un dulce capaz de sacarnos una sonrisa incluso en los días más ajetreados, esas son las rocas de chocolate. Son de esos bocados que no necesitan presentación: pequeños, crujientes, intensos y con ese toque casero que te hace pensar ¿cómo algo tan sencillo puede estar tan bueno?. Son perfectas para acompañar un café, para regalar o para tener siempre a mano cuando apetece un capricho dulce.
Aunque hoy las vemos por todas partes, las rocas de chocolate tienen su origen en la repostería francesa, donde se conocen como “rochers”. Allí se preparaban mezclando chocolate fundido con frutos secos picados, y se servían como pequeños bocados artesanales en pastelerías tradicionales. Con el tiempo, la receta se extendió por toda Europa porque, seamos sinceros, ¿quién puede resistirse a un dulce que se hace en minutos y que siempre queda bien?
Lo mejor de estas rocas es que cada uno puede adaptarlas a su gusto: con almendras, con cereales, con frutos secos variados o incluso con un toque de sal. Son ese tipo de receta que te hace sentir que cocinar puede ser fácil, divertido y delicioso al mismo tiempo.
Eleva las rocas de chocolate a otro nivel superior
Si quieres llevar estas rocas de chocolate un paso más allá, añadir papel de oro comestible es un toque espectacular. No cambia el sabor, pero transforma por completo la presentación. De repente, un dulce sencillo se convierte en esos que te hacen pensar en celebraciones especiales.
Además también les he añadido polvo dorado comestible, y te prometo que el resultado es una maravilla. No aporta sabor, pero sí una luz especial que hace que cada roca parezca una pequeña gema.
Os explico cómo hacer rocas de chocolate y su receta paso a paso para que no tengáis problemas en la elaboración.
Guarda esta receta en la pantalla de inicio de tu móvil para un acceso rápido. En la sección de ingredientes, selecciona los que necesitas para simplificar la compra. Además, ajusta el número de porciones deseadas y las cantidades de los ingredientes se calcularán automáticamente.
Rocas de chocolate, un dulce que se hace solo
Ingredientes
Cómo hacer rocas de chocolate
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Picar los frutos secos: No demasiado finos; lo ideal es que queden trocitos irregulares para dar textura.
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Derrite el chocolate al baño maría o en microondas en intervalos de 20–30 segundos. Remueve bien para que quede liso y brillante.
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Añade los frutos secos (y los extras que quieras) al chocolate derretido. Mezcla hasta que todo quede bien cubierto.
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Con dos cucharas, deja montoncitos sobre una bandeja con papel vegetal. No busques perfección: las formas irregulares son parte de su encanto.
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Lleva la bandeja a la nevera durante 20–30 minutos hasta que solidifiquen. Se conservan muy bien en un recipiente hermético.