Todos reconocemos perfectamente el sabor Dulce, el amargo, el ácido, el salado y el más reciente conocido como umami. Sin embargo la cosa no se queda ahí, ahora se ha catalogado un nuevo sabor denominado alcalino.
Y todo gracias a la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster). Un equipo científico descubre que estas moscas detectan el sabor alcalino, lo que les permite distinguir sustancias con un pH elevado y así evitar alimentos que puedan ser potencialmente peligrosos.
Por ello podemos afirmar que gracias a este insecto tan común, el ser humano es capaz de catalogar un nuevo sabor.
Los resultados de dicha investigación han sido publicados en la revista Nature Metabolism, confirman así la existencia de un sexto sabor que ya se había detectado a través de otros insectos, y que probablemente otros animales también sean capaces de percibir.
En este punto te estarás preguntando en qué alimento puedes distinguir este nuevo sabor. Siento decirte que es más difícil que los seres humanos conservemos esa capacidad gustativa para detectar el sabor alcalino, ya que responde, fundamentalmente, a un sistema natural para discernir entre sustancias potencialmente tóxicas, algo que hemos ido perdiendo evolutivamente. Probablemente la evolución nos ha condena a no poder degustar este nuevo sabor tan peculiar.
Que es el sabor alcalino
La escala de pH es muy importante en la alimentación. Esta escala mide el grado de acidez de una determinada sustancia, en nuestro caso la acidez de los alimentos. Los valores de pH oscilan entre el 0 y el 14. Siendo el cero la máxima acidez (pH bajo) y el 14 todo lo contario: pH básico o Alcalino.
En los dos extremos es muy difícil que la vida se desarrolle, por lo que se relacionan con medios tóxicos que deben ser ser evitados. La función vital del sentido del gusto responde a un mecanismo natural mediante el cual podemos detectar alimentos peligrosos que no debemos ingerir. Los animales conservan mejor este sistema ya que actúa como una especie de centinela que nos avisa de cualquier riesgo en la ingesta.
La mosca de la fruta es un sujeto habitual de investigación en laboratorios. Especialistas como Craig Montell, que participa en el trabajo, lleva años estudiando sus receptores sensoriales. Este insecto, como muchos otros, logra identificar los sabores tanto a través del labelo de la boca, como directamente a través de las patas. De este modo pueden detectar, a través del gusto, alimentos y también superficies alcalinas, para evitarlos.
Moscas modificadas genéticamente
Gracias a una avanzada tecnología, los investigadores trabajaron a partir de moscas a las que les faltaba un gen vinculado con los sentidos. Para ello las sometieron a diferentes experimentos. Por ejemplo, exponiéndolas a glucosa pura -sabor dulce- y glucosa con sosa cáustica -hidróxido de sodio, base alcalina-. Las moscas sin modificar evitaron la segunda, pero los ejemplares que tenían bloqueado un determinado gen, no mostraron la misma aversión por la sustancia alcalina.
Tras varios ensayos con distintas moscas y sustancias seleccionadas descubrieron evidencias de este nuevo sabor. Los científicos renombraron el mencionado gen, CG12344, como gen alka, concluyendo que su función es detectar la alcalinidad de una sustancia. El llamado ahora sexto sabor alcalino.
A pesar de que nuestro sentido del gusto funciona mediante mecanismos muy similares, no tenemos los mismos receptores que estos insectos.
Sin embargo, los científicos celebran los logros de este trabajo ya que les abre una puerta muy importante para la investigación del sentido del gusto en otros animales.
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