¿Alguna vez has probado una mermelada que te transporte a los huertos de Andalucía? La mermelada de naranja amarga es un placer por su balance perfecto entre lo dulce y lo amargo. Esta mermelada es el complemento ideal de tus desayunos y meriendas, dando vida a tus tostadas y dulces.
Los naranjos constituyen un elemento esencial del paisaje y la cultura andaluza. Traídos por los musulmanes en el siglo X, estos árboles eran apreciados no solo por sus frutos sino también por sus flores, empleadas en la elaboración de perfumes como el agua de azahar.
Huelva, Sevilla y Córdoba, en particular, son famosas por sus naranjos. Estas ciudades se caracterizan por ornamentar sus calles más céntricas con estos árboles que se cuajan de azahar llegando la primavera. Concretamente Sevilla, la ciudad con más ejemplares, cuenta con aproximadamente 45mil naranjos en sus calles y plazas, lo que la convierte en la ciudad europea con más ejemplares de estos cítricos.
Aunque estas naranjas amargas que decoran las calles pueden parecer tentadoras, no es recomendable consumirlas como fruta fresca, al igual que hacemos con el resto de variedades de naranjas. Y no solo porque tienen un sabor muy amargo, sino porque también pueden absorber contaminantes y productos tóxicos del ambiente urbano.
Sin embargo, son perfectas para hacer mermeladas o licores. Quizás no sean fáciles de encontrar ya que, como os decía, no podemos usar las que decoran nuestras calles, pero puedes encontrarlas en tiendas ecológicas. En mi caso son de cosecha propia, ecológicas y sin un gramo de polución.
No pasa nada si no las encuentras, esta receta sirve para cualquier tipo de naranjas.
La producción de naranjas dulces en Andalucía es significativa. Durante la última campaña, la región produjo más de 1,7 millones de toneladas de naranjas, representando el 73,3% del total de cítricos de la región. Esta producción se distribuye principalmente entre las provincias de Sevilla, Huelva y Córdoba.
Además de su uso ornamental y en la producción de perfumes, las naranjas amargas en Andalucía también se cultivan para fines medicinales y para elaborar mermeladas y licores, como os comentaba en el párrafo anterior.
Os explico cómo hacer mermelada de naranja amarga y su receta paso a paso para que no tengáis problemas en la elaboración. El éxito está garantizado.
Guarda esta receta en la pantalla de inicio de tu móvil para un acceso rápido. En la sección de ingredientes, selecciona los que necesitas para simplificar la compra. Además, ajusta el número de porciones deseadas y las cantidades de los ingredientes se calcularán automáticamente.
Os traigo nuevas recetas para calmar esas ganas de algo dulce. Disfruta cocinando y saboreando estas maravillas.
Comenzaremos pelando las naranjas, primero le quitaremos la piel gruesa exterior a todas ellas. Posteriormente, nos centraremos en eliminar las pieles blancas que cubren los gajos. Este paso es muy importante ya que estas pieles blancas aportan matices amargos al resultado final, y ya con el amargor de la propia naranja es suficiente. Este sabor que la caracteriza es perfecto para combinar con chocolate negro o en recetas de carnes, especialmente de caza.
Además de influir en el sabor, las pieles blancas evitan que la mermelada quede brillante y transparente.
No obstante, esta mermelada se caracteriza por un sabor ligeramente amargo, lo cual es perfecto para combinar con chocolate negro o en recetas saladas.
Seguidamente pondremos las naranjas en una olla al fuego, con todo el azúcar y el zumo de medio limón. Es fundamental comenzar con un fuego suave para que poco a poco la fruta vaya soltando los jugos.
Trascurridos unos 15 minutos a fuego suave veremos que se ha formado gran cantidad de líquido en la olla, en ese momento subiremos un poco el fuego para favorecer la evaporación y la lenta formación de la mermelada.
Ya solo te quedará cuidar mucho la elaboración para que la mermelada no se te agarre al fondo de la olla. Remueve periódicamente y controla el fuego.
Obtendremos una mermelada muy concentrada, aunque dependerá del tiempo que la mantengas al fuego, pero te recomiendo que la concentres para sacar el mayor partido a la fruta realzando todo su sabor.