El chorizo a la sidra rezuma Asturias allá donde se presenta, y unas gotas de País Vasco o Navarra, sin duda.
Si lo pienso detenidamente, esta receta me evoca una choza pequeña pero acogedora con una enorme chimenea central. Grandes piedras colocadas en una perfecta armonía conforman las paredes de esta pequeña estancia. Paredes apretadas donde ni la ventisca más fría se atreve a pasar. Vista desde fuera parece que forma parte del paisaje, que siempre estuvo allí mimetizada entre los verdes prados. Una pequeña ventana asoma al exterior dejando ver las gotas de una ligera y fresca lluvia de otoño. A través de la pequeña puerta se cuelan ecos de cencerros que me hacen sentir bien. Y en la chimenea un enorme caldero cociendo chorizos en sidra. Y en la mano una hogaza de pan que aun conserva el calor del horno…
Si lo pienso detenidamente, esta receta me evoca una choza pequeña pero acogedora con una enorme chimenea central. Grandes piedras colocadas en una perfecta armonía conforman las paredes de esta pequeña estancia. Paredes apretadas donde ni la ventisca más fría se atreve a pasar. Vista desde fuera parece que forma parte del paisaje, que siempre estuvo allí mimetizada entre los verdes prados. Una pequeña ventana asoma al exterior dejando ver las gotas de una ligera y fresca lluvia de otoño. A través de la pequeña puerta se cuelan ecos de cencerros que me hacen sentir bien. Y en la chimenea un enorme caldero cociendo chorizos en sidra. Y en la mano una hogaza de pan que aun conserva el calor del horno…
INGREDIENTES (para 4 personas):
– 2 chorizos ibéricos
– 250 ml de sidra
– 3 hojas de col
– pimienta negra en grano
ELABORACIÓN:
Vamos a comenzar escaldando las hojas de col en abundante agua hirviendo. Para ello, pondremos una olla amplia al fuego con agua, cuando empiece a hervir añadiremos las hojas de col y las mantendremos durante unos segundos, las retiraremos y las sumergiremos rápidamente en agua fria para detener la cocción. Es importante que las hojas de col conserven su textura firme y su característico color verde. Si las cocemos demasiado se volverán parduzcas y blandas.
Una vez que las hojas de col estén preparadas, procederemos con la elaboración del chorizo. Pondremos la sidra en una olla pequeña y añadiremos los chorizos y los granos de pimienta. Lo pondremos a fuego suave y los dejaremos cocer durante unos 20 minutos aproximadamente. Transcurrido este tiempo, sacaremos los chorizos de la sidra y los dejaremos enfriar un poco para una fácil manipulación.
A continuación, envolveremos los chorizos en las hojas de col y cortaremos pequeñas rodajas. Podemos ayudarnos de una brocheta para que no se nos desmonte el rollito.
Seguidamente para darle un toque de color y conseguir un nexo de unión entre los dos sabores, en una sartén a fuego fuerte marcaremos el chorizo envuelto en col, sin aceite.
Es otra forma de ver el chorizo a la sidra, conserva su esencia con un toque actual de la col que le aporta frescura y textura al bocado. Yo me quedo con las dos versiones…el caldero herviente de chorizos y el bocado sofisticado de cocktel…Así que…¡¡No dejéis de probarlos!!
Quien comparte su comida, no pasa solo la vida
Pues si que es evocadora esta receta, que pinta más rica para un pinchito.
Besos
Si en mi casa se hacia mucho ,pero lo de la col es muy novedoso para mi ,y vale la pena probar.
Un beso
Lourdes
Una tapa perfecta!!!
Besos
hola Marga !!!
un aperitivo de lo mas rico
nunca lo he puesto con col
si he preparado los choricitos con sidra y con miel
y me parece de lo mas …
tendré que degustarlos como los presentas….
muy originales
besosssss
Qué interesante lo de mezclar el chorizo con la col! Rico!!
Un saludo
Nunca se me abría ocurrido esta mezcla. Pero se ve fantástica!!! Un besoooo
como me gusta el chorizo a la sidra! eso de la col me recuerda a la col que se pone en Ponferrada con el botillo. En la cocción del botillo se pone chorizo patata y col, bueno depende de cada uno, pero es lo que suele poner mi suegra, creo que también pone unos garbanzos. Tiene que estar bueno el chorizo con la col! besos
Jo, me has traído recuerdos familiares. Mi familia paterna es asturiana y en la casa de mi tía abuela, en una aldea al pie de los Picos de Europa, una de esas que tienen más vacas que vecinos, siempre había un pote al fuego, podían ser patatas, chorizo, castañas… eso sí, ¡el pan era de maíz!.
Y mi famlia materna es leonesa y mi abuela leonesa salteaba picadillo (la carne del chorizo) y luego, en la misma sartén, salteaba repollo bien picado. ¡Me encanta!,