Lo dicho, esto es mucho más sencillo de lo que parece, lo mejor que tiene es que se hace sola. Lo único que tienes que tener en cuenta es que debes poner a remojo los garbanzos unas doce horas antes, la noche anterior.
Recuerda que no debes abrir la olla durante el cocinado. Así evitamos que se pierda el calor acumulado. Transcurrido el tiempo de cocinado ya solo quedará que lo dejes reposar unos minutos antes de servir.