El verano es una estación del año en la que las temperaturas se elevan, lo que lleva a buscar alimentos frescos, ligeros y refrescantes. Durante esta época, a menudo apetece disfrutar de comidas que nos ayuden a mantenernos hidratados y que no sean demasiado pesadas. Por ello te traigo las 5 mejores recetas para disfrutar el verano.
Las ensaladas frescas siempre son un acierto
Las ensaladas frescas y coloridas son una opción popular en verano. Puedes combinar una variedad de verduras como la lechuga, tomates, pepinos, zanahorias, aguacate, entre otros. También puedes añadir proteínas como pollo, salmón o marisco. De esta forma la haces más contundentes.
Un pico de gallo está a la altura de esta opción, solo necesitas unos pocos ingredientes y el resultado es realmente increíble.
El pico de gallo es una variedad de ensalada regional Mejicana también usadas como salsas, siempre incluyen verduras frescas cortadas en trocitos. Aunque como decimos hay muchas variedades, la más común la mezcla de tomate, cebolla y chiles picados, cuyos colores corresponden a los colores de la bandera de Méjico: Rojo del tomate, verde del pimiento y de los chiles, y por último el blanco de la cebolla.
Frutas jugosas y refrescantes
Otras de las mejores recetas para disfrutar del verano es el uso de frutas frescas. El verano es la época ideal para disfrutar de una amplia variedad de frutas jugosas y refrescantes. Sandías, melones, fresas, piñas, mangos y melocotones son solo algunos ejemplos de ello. Puedes disfrutar de las frutas, en ensaladas o incluso preparar batidos y helados caseros.
Todos recordamos los polos de frutas de nuestra infancia, esos que vendían en el quiosco de la esquina y que disfrutábamos casi a diario en los largos meses de verano. Eran dulces y refrescantes, los recuerdo casi con la misma importancia que los postres caseros que tanto nos gustaban. Porque cuando eres niño los veranos son eternos. Por eso, en esta receta, vengo a recordarte esos polos de naranja y limón que tanto nos gustaban.
Hidratarse en verano es fundamental y hacerlo con unos polos es muy beneficioso para nuestra salud, siempre que sean muy caseros y con frutas naturales.
Las parrilladas y asados de carne
El verano es perfecto para encender la parrilla y disfrutar de alimentos asados al aire libre. Carnes como pollo, hamburguesas, salchichas, así como pescados y mariscos son opciones populares. También puedes incluir vegetales como maíz, pimientos o calabacines para añadir variedad. Esta es otra de las mejores recetas para disfrutar el verano.
No hay mesa de comida veraniega en familia donde no ocupen un lugar privilegiado las alitas de pollo barbacoa. Son un complemento que nadie duda en pedir junto con una buena bandeja de nuggets. Con esta receta, no renunciaras al sabor de unas buenas alitas de pollo al horno de una forma sana y saludable.
Platos y sopas frías
Platos como gazpachos, sopas frías de pepino o ajoblanco son opciones refrescantes y nutritivas para los días calurosos. También puedes preparar wraps, sándwiches o rollitos de verano rellenos de vegetales y proteínas.
El gazpacho de sandía es una deliciosa variante del clásico gazpacho español, que destaca por su sabor refrescante y dulzura natural. Esta receta combina los ingredientes del gazpacho, como el tomate, el pepino y el pimiento, con la sandía. Una fruta de verano conocida por su alto contenido de agua y sus beneficios para la salud.
Una de las principales ventajas es su alto contenido de nutrientes y su bajo contenido calórico. La sandía es rica en vitamina C, vitamina A, licopeno y antioxidantes, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y proteger contra enfermedades. Además, debido a su alto contenido de agua, el gazpacho de sandía ayuda a mantenerse hidratado durante los días calurosos de verano.
Terminar la comida con postres ligeros
En verano, los postres suelen ser más ligeros y refrescantes. Gelatinas, sorbetes, helados de frutas y tartas frías son opciones populares. También puedes disfrutar de yogures con frutas frescas o batidos helados.
Hacer yogurt en casa es un proceso muy sencillo que no encierra ningún misterio. Necesitas tan solo dos ingredientes lo cual lo hace más sencillo todavía. Por ello en esta receta vamos a ver como hacer yogurt casero sin complicaciones y de una forma fácil. Antes de nada, veamos algunas consideraciones previas para comprender el proceso completo.
Lo primero que debemos saber es que el yogurt es un producto lácteo obtenido a través de la fermentación de unos micoorganismos específicos de la leche. Estos bichitos son unas bacterias, que si te digo el nombre seguro que alguna vez las has oído, son del género Lactobacillus y Streptococcus. Esta fermentación llevada a cabo en una temperatura controlada da lugar al exquisito yogurt casero, que nada tiene que ver con el comercial.
Como os decía, hacerlo en casa es muy sencillo, y como es para consumo propio son necesidad de transportarlo a ningún sitio, podemos llevar a cabo esta fermentación y meter directamente en la nevera. Controlando estas temperaturas podemos guardarlo sin ningún tipo de problemas durante unos 5 ó 6 días.
Recuerda que la clave en verano es mantenerse hidratado, así que no olvides beber suficiente agua y disfrutar de bebidas refrescantes como limonadas, infusiones frías o agua con frutas.
Si tienes alguna duda, puedes preguntar lo que necesites dejando un comentario al final de la receta. También puedes contactar conmigo a través de Instagram, en mi perfil Zafranelas publico cada día cosas nuevas.
